miércoles, 14 de enero de 2009

Están locos estos romanos

Visto que los autobuses se han convertido en centros públicos de debate sobre teología con las campañas sobre si dios existe o no existe, propongo que los vagones del metro sirvan para dar clases de algo más práctico.
Por ejemplo, podrían poner en un vagón la pregunta "Francia capitaaal..." y en el siguiente, la respuesta.
Lo de dios, es que no tiene pendón de si mismo. Mientras unos dicen que no se sabe, los otros aseguran que sí, que está por ahí sentado en alguno de los autobuses partiéndose (no sé que parte) de risa.
Y es que contra estos argumentos no hay vuelta de hoja como ya deduje aquí.

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